¡Llega el verano!
Luego de tanto tiempo resguardándonos en casa, llega el momento en que nos podemos ver tentados a salir en familia, con amigos o en pareja.
Además de los deseos de salir de la rutina, el verano nos ofrece una tentadora oportunidad para caer en gastos excesivos.
Con las vacaciones, es habitual que programemos salidas a la playa, o ir a comer a un lugar especial, así como la compra de artículos y alimentos propios de la temporada. ¡Y no está mal! Pero debemos llevar un control eficiente para que, durante el verano, mantengamos nuestra cartera fresca, y no árida.
Si quieres evitar cifras rojas, continúa leyendo nuestro artículo.
¿Por qué gastamos de más?
Primeramente, debemos dejar en claro, cuales son nuestros gastos necesarios. Estos son fijos y obligatorios: como el pago de un préstamo, el servicio de energía eléctrica, agua potable, transporte, despensa, internet, etc. Representan una prioridad y deben ser lo primero que se paga en el mes.
Una vez que separamos estos gastos, vienen los gastos extras o incluso los famosos gastos de hormiga que pueden ocasionarnos deudas.
Dedicarnos gustos o caprichos no está mal, la clave está en ser realista a nuestros ingresos para que los gastos no los sobrepasen. Gastamos de más cuando no tenemos claros cuales son nuestras prioridades y las confundimos con gastos que no son elementales.
Disfrutar sin culpas
Debemos de dejar a un lado las decisiones emocionales, guiadas bajo frases como “me lo merezco” y “para eso trabajo” antes de adquirir algún producto que quizá no necesitemos o no estamos en condiciones de pagar.
Para poder comprar y consumir sin temores a quedar luego sin dinero, debemos comenzar por organizar nuestros ingresos y egresos.
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El conocido Presupuesto
Esta palabra ya es conocida por la mayoría de personas, pero ¿lo realizamos?
El presupuesto es la cantidad de dinero que se necesita para hacer frente a ciertos gastos necesarios para un proyecto. Más simple: es una cifra anticipada que estima el costo de la actividad que tengamos en mente.
Para crear un presupuesto sano y realista, consideremos lo siguiente:
- Tener en cuenta todos los ingresos y gastos que se prevén, y nos permite realizar nuestra meta.
- Recordemos que nos ayudará a organizar el control financiero, el control de gastos, la planificación económica y financiera, así como la reducción de riesgos.
- Debe ser adaptable y flexible, pues el entorno puede cambiar.
- Se elaboran para un periodo de tiempo determinado.
- Podemos elaborar presupuestos para controlar nuestras finanzas domésticas
Con un presupuesto puedes organizar tu dinero para usarlo de manera óptima, fijar prioridades, disminuir el riesgo de incumplir con sus obligaciones y comparar tus consumos anteriores, identificar los gastos que puedes ajustar y evaluar la gestión de tus recursos para determinar tu estado financiero.
De cara al verano
Para hacer tus vacaciones más agradables, vamos a resumir tu plan de gastos de verano en tres estrategias:
- Reducir: Ahorrar y reducir gastos no es tan difícil cuando lo ejecutamos en la vida cotidiana, por ejemplo, cambiar algunos hábitos como preparar más comida en casa y evitar tantas idas al supermercado, verás cómo tienes más dinero para ahorrar.
- Constancia: Registra todos tus entradas y salidas para que vayas comparando gastos y puedas programar tus futuros proyectos
- Metas claras: Con un plan detallado, y tu presupuesto en marcha, es más fácil solventar gastos. Por ejemplo, si tu meta este verano es comer más saludable, deja claro con cuánto dinero cuentas para empezar tus nuevos hábitos alimenticios. Si tu meta son unas vacaciones familiares fuera de casa, detalla y define cada gasto para evitar quedarte sin nada al terminar tu merecido descanso.
Con esto claro, solo queda disfrutar con medida y responsabilidad.