El valor de tener un presupuesto.

Un presupuesto es un conjunto de gastos e ingresos previstos para un determinado período de tiempo. Aunque pareciera sencillo, a muchas personas les cuesta realizar uno y prever pagos anticipadamente.

La finalidad de un presupuesto es que éste termine diciéndole al dinero a dónde ir, en vez de estarse preguntando a dónde se fue.

¿Cómo presupuestar?

Es importante destacar que un presupuesto permite organizar el dinero, fijar prioridades y hasta comparar periódicamente los consumos, con el fin de llevar un registro que permita hacer ajustes en un futuro. Se puede decir entonces que, con un presupuesto se mantiene un control del dinero y se evitan los sobregiros.

De la mano de un presupuesto es posible tomar decisiones financieras acertadas y definir metas a corto, mediano y largo plazo. Los siguientes consejos pueden ser de utilidad para iniciar a crear uno de manera práctica y sencilla.

Creando un presupuesto mensual.

  • Calcular el ingreso neto.

Es esa cantidad de dinero que la persona lleva a su casa. Los ingresos netos son aquellos ingresos que le quedan a la persona después del pago de impuestos, deducciones de seguro social, entre otros derivados. En trabajos informales aplican envíos de dinero, estipendio de becas, ayuda gubernamental, y préstamos.

  • Dar seguimiento a los gastos.

Una vez detallado cuánto dinero recibe, es importante saber hacia dónde va. Es significativo comenzar a enumerar una lista de cuáles son los gastos fijos, luego los gastos varios y acá es posible determinar reducir algunos costos. Es conveniente recordar darle seguimiento a los gastos o cuentas del día a día, y prestar atención a los llamados gastos hormigas, por ejemplo, la compra de un almuerzo en el trabajo, comprar uno o dos cafés cada día, un refresco por la tarde, entre otros.

Este tipo de consumos, al final del mes, genera un incremento que tiende a desestabilizar los ingresos mensuales, porque al no ser parte de un presupuesto, se empieza a sacar dinero, llegando a fin de mes, casi completos.

  • Establecer metas realistas.

En este punto es conveniente determinar metas por plazos. Esto no quiere decir que éstas metas vayan a ser definitivas, sin embargo, definir algunas de ellas dará motivación para ajustarse al presupuesto. Por ejemplo, si se planea unas vacaciones familiares a fin de año, ¿se podrán reducir gastos que permitan ahorrar para ese plan?

Pensar y definir una meta u objetivo, es vital para tener en cuenta ese ahorro en el presupuesto, de igual manera, esto servirá como motivación para tener un orden en las finanzas y regirse por el presupuesto que empieza a tomar forma.

  • Fijar un plan de acción.

Una vez aclaradas las metas y escritas en los apuntes personales, es momento de iniciar el proceso de ajustarse a lo ya establecido, es decir, en este punto será vital apegarse al plan de presupuesto mensual. La disciplina y la paciencia son elementos esenciales para pasar de la teoría a la práctica en este ejercicio financiero.

  • Determinar gastos para mantenerse dentro del presupuesto.

Detenerse a pensar por un momento, ¿Lo quiero o lo necesito? ¿Puedo dejar de ir al cine el fin de semana y ver una película en casa? Los pequeños ahorros ayudarán a acumular dinero y cuando menos se piense, la próxima meta estará asomándose por la ventana, dando lugar a establecer una nueva.

  • Revisar regularmente.

La clave está en realizar revisiones periódicas de los gastos, para asegurar el camino. Por supuesto que es posible que los gastos cambien o se establezcan nuevas metas, sin embargo, cual sea la situación, adquirir el hábito de revisar constantemente el presupuesto irá indicando por dónde y hacia dónde va caminando el dinero, y esto permitirá generar control en las finanzas.