Si mudarse de casa –en la misma ciudad– representa cambiar por completo la rutina y la forma en la que administramos nuestro dinero, imagine lo complejo que puede ser este proceso al cambiar de país. Si se pregunta cómo administrar el dinero al vivir en otro país, está en la página correcta. Al cambiar de país los ingresos también cambian, y si estos aumentaron sustancialmente, podríamos caer en una espiral de consumo sin propósito y sin final, lo que le arrinconará al peligroso circulo vicioso de:

Para facilitarle este proceso de aprender a administrar de la forma más eficiente posible su dinero ahora que vive en otro país, le compartimos aquí los pasos a seguir.

Diagnosticar cuál es su situación real. Tener claro el panorama es clave para tomar las decisiones más acertadas según las prioridades que establezca: ¿viene arrastrando deudas?, ¿tiene un ingreso fijo o es inestable?, de los gastos frecuentes que realiza, ¿cuáles son los irrenunciables?, ¿envía dinero a su familia?

Hacerse este tipo de preguntas le ayudará a aterrizar mejor hacia dónde debe dirigir el dinero y con ayuda del paso 2, podrá lograrlo estratégicamente.

Planear y equilibrar. Con base en el paso 1 se deben definir las prioridades y crear un plan para cada semana, quincena o mes, según la frecuencia con la que se reciban los ingresos.

En algunos países se acostumbra el pago semanal, y si ese es su caso, le facilitará la administración, pues el manejo de cantidades pequeñas permite mejor control.

 En estos casos se aconseja distribuir los pagos más grandes en cuotas semanales.  Si, por ejemplo, paga de alquiler US$600 mensuales, en vez de cargar dicho pago en una sola semana y quedarse sin dinero, separe cada semana US$150, de modo que pueda tener un flujo de gastos lo más estable posible.

De igual manera hacer con el pago de deudas o el envío de remesas (no es lo mismo separar en una sola semana US$200 para enviar a su familia, que ir guardando US$50 cada semana).

Si al hacer este plan para sus gastos o presupuesto ve que los números no cuadran o no le satisface, le aconsejo hacer por separado una distribución de todos sus gastos en las siguientes categorías:

  • Gastos urgentes e importantes (alquiler, comida, transporte, deudas, envío de remesas, etc.)
  • Urgentes y no importantes (pagos fijos de streaming o similares)
  • No urgentes y no importantes (compra de ropa, comida fuera, etc.)

Esta distribución le ayudará a decidir con más claridad qué puede posponer o reducir montos asignados.

Definir estrategias. En algunos países es más viable compartir ciertos gastos, como optar por un plan de celular familiar en lugar del individual, o explorar otras opciones de alquiler, lo cual es algo que podría valorar.

Pero hay otras cosas que debería considerar, tales como la alimentación y la salud.

Fuera del país de origen acceder al sistema de salud podría ser difícil o excesivamente costoso, por lo que parte de su estrategia debe incluir la prevención, en dos vías:

  • Alimentarse adecuadamente. Si bien es más fácil comprar el platillo congelado que está listo en dos minutos, o pasar por una comida rápida, traerá consecuencias a su cuerpo.

Puede destinar un poco de tiempo en su día de descanso, o justo después de hacer las compras y, por ejemplo, preparar la carne para toda la semana, empacarla de forma individual y congelarla; cada noche bajar del congelador la porción que llevará al trabajo al día siguiente.

Aquí pueden ser aliadas las ensaladas listas para servir, los vegetales ya cortados y empacados, entre otras opciones que ayudan a preparar comida de forma rápida, pero nutritiva.

  • Invertir en chequeos periódicos. Es mucho más barato pagar por un chequeo general una vez por año o cada cierto mes, en lugar de correr a emergencia cuando ya no aguantamos algún dolor, especialmente en países como Estados Unidos, donde los gastos por atención médica son muy altos. 

Comprar inteligente. Al llegar a otro país y mejorar nuestros ingresos podemos caer en la trampa de aumentar excesivamente el consumo, motivados por las ofertas y la publicidad, que suelen ser más agresivas. Pero hay un factor que podría pasar por alto: el clima.

En Nicaragua casi siempre hace calor, incluyendo la temporada lluviosa, por lo cual podemos usar un tipo de ropa similar en cualquier época del año, pero esto no es así en otros países: las estaciones son muy marcadas y la temperatura cambia constantemente, por lo cual no es una buena decisión financiera comprar mucha ropa para el calor, si solamente se aprovechará unos 3 meses en el año. Igual para la ropa y calzado de invierno.

Hay que procurar comprar prendas básicas y adaptables según la estación.

Mantener todo en regla. En dependencia del nuevo país de residencia, los requisitos para tener sus documentos personales en regla pueden cambiar, pero es esencial hacerlo, o podría exponerse a multas (por ejemplo, manejar sin licencia).

Asimismo, infórmese sobre las leyes fiscales (de impuestos) que debe cumplir independientemente de su condición migratoria.

Pensar en mañana. Hay posibilidades de que la economía mundial decaiga en 2023, por lo cual no podemos planear que tendremos los mismos ingresos.

Por ello debemos programarnos para no gastar todo el dinero que ganamos, especialmente si hay horas extras. Un primer paso podría ser definir un monto mínimo de ahorro por semana, un monto que no afecte del todo el resto de compromisos, por ejemplo: 20 dólares, y planificar los gastos con base al ingreso básico o mínimo recibido, de modo que las horas extras puedan ahorrarse en un 100%.

¿Durante cuánto tiempo? Pongámonos la meta de tener cubiertos al menos el equivalente a un mes de gastos fijos, incluyendo el envío de remesas.

Cuando tenga al menos ese tiempo cubierto, planifique una meta que quiera lograr, ya sea en el país en que reside, o en su país de origen, para dirigir ese ahorro hacia ese propósito y que de esa manera no se quede solamente en ideas o sueños, sino que vea materializado los frutos de su trabajo y esfuerzo.

Ayudar a tus familiares a optimizar las remesas. Siempre hay formas de sacar más provecho al dinero que recibimos, y las remesas no son excepción. Dar seguimiento al uso del dinero, especialmente si hay metas familiares, tales como la mejora de vivienda, un negocio o cancelación de deudas pendientes, e instar al ahorro y, ¿por qué no? incluso generar ingresos a partir de las remesas.

Esto incluye también la forma en la que reciben la remesa, lo que podría incrementar el gasto; por ejemplo: no es igual cobrarla haciendo uso de la tecnología, que retirarla de forma presencial (lo que conlleva gastos extra para transportar el dinero, además de exponerse al riesgo de portar efectivo).

Si su familiar se encuentra en alguno de estos países, conozca la forma más conveniente para optimizar el retiro de su remesa:

NICARAGUA

Mediante la billetera móvil CashPak sus seres queridos pueden cobrar su remesa desde su celular, sin necesidad de ir a una agencia y pueden cobrarla en la moneda de preferencia. Desde la misma billetera pueden realizar los pagos del hogar, tales como servicios básicos y créditos.

Otra opción fácil y cómoda es la Tarjeta Mastercard de CashPak, que puede recargarse directamente desde la app, con el dinero de la remesa.

HONDURAS – EL SALVADOR – GUATEMALA

Si sus envíos los realiza al triángulo del norte de Centroamérica, también puede usar CashPak App: al descargar la aplicación, sus familiares podrán pre registrar el cobro de sus remesas, lo que agilizará el proceso de retiro del dinero. Al llegar a la agencia, pasan directo a una caja preferencial para ahorrar tiempo. Como puede ver, aún en la distancia, se puede apoyar a la familia en la administración para que ese dinero rinda más, al mismo tiempo que mejora de forma individual