El fin de año se acerca y la expectativa de recibir el aguinaldo empieza a crecer, y junto con él, la tentación de empezar a gastarlo todo desde ya.
Así que es buen momento para hacer un alto y derribar algunos mitos o creencias erróneas de lo que significa ese ingreso adicional:

“Es un regalo”
El aguinaldo no es un regalo que dan las empresas o empleadores a sus colaboradores, es la compensación proporcional a nuestro salario, estipulada por la Ley (de acuerdo a cada país) como gratificación por nuestro desempeño durante doce meses. Por lo tanto, es un derecho bien merecido.
“Lo voy a pagar con el aguinaldo”
Como se asume que habrá un aguinaldo, desde meses antes, se planean gastos que se cubrirán con su llegada.
Te recomendamos hacer una administración inteligente de ese dinero pensando en el próximo año:
- 25% para el pago de deudas.
- 25% para mantenimiento de activos, como el carro o la casa.
- 25% para los gastos de Navidad y fin de año (si, lo merecemos)
- 25% en ahorro o inversión.
“Lo que no nos cuesta, hagámoslo fiesta”
Como vemos el aguinaldo como un dinero extra, pensamos que se puede gastar en lo que sea. La verdad es que, es la suma de nuestro esfuerzo, un dinero que si nos ha costado ganar. ¿Vas a desperdiciar tu esfuerzo?

“El aguinaldo es para gastarlo en diciembre”
Muchas veces ni ha sido depositado y ya estamos haciendo planes de cómo gastarlo, recuerda que después de las fiestas, los gastos del nuevo año no desaparecen y hay que pagar la luz, el agua, el teléfono, internet, y viene la entrada a clases, por lo que, no es bueno desperdiciarlo.
Es importante que todos aprendamos a manejar bien nuestro presupuesto, sobre todo con la llegada del aguinaldo. ¡Felices fiestas!