Iniciar un negocio genera temores: la duda sobre si realmente funcionará, ¿cuánto tiempo tomará en dar frutos?, ¿será que pueda hacerlo bien? Para resolver esas interrogantes, disminuir los riesgos (los normales de cualquier negocio) y prepararnos mejor para emprender desde cero, debemos seguir estos pasos.
- Definir qué tipo de negocio
Seguramente ya lo tiene en mente, ya sea porque vio una idea similar en otra parte, por recomendación de conocidos o porque sencillamente es algo que le gustaría hacer, pero esto no es garantía de éxito.
Idealmente la idea de un negocio se debe basar en dos pilares: que sea algo que le guste, pero también que sea algo que conozca (y preferiblemente tenga experiencia). Lo primero porque le ayudará a sentir la motivación necesaria para el proceso, y la segunda para evitar pérdidas o fallas producto del desconocimiento.
Una vez se tienen nociones de ideas de negocios, obligatoriamente deben pasar por un proceso de análisis y validación del entorno: ¿este producto o servicio resolverá alguna necesidad insatisfecha o es más de lo mismo?, ¿qué tanta competencia hay y cómo ofrecen ellos su producto/servicio?, ¿qué esperan los posibles clientes?
Para responder esas preguntas es necesario hacer una exploración en el entorno, conversar con conocidos, familiares y amistades que coincidan con el perfil del posible cliente, por ejemplo: mujeres que trabajan fuera de casa, entre 25 y 40 años. Tener definido al cliente ideal es importante para dirigir los esfuerzos del emprendimiento de forma efectiva.
2. Establecer el modelo de negocio
No basta con tener todo en la mente, hay que ponerlo por escrito y de la forma más estructurada posible: ¿cuál será su producto o servicio?, ¿qué lo hace diferente de otros?, ¿qué recursos se necesitan para llevarlo a cabo?, ¿quiénes le ayudarán a lograrlo?, ¿cómo conseguirá clientes?, ¿qué canales o vías utilizará para llegar a sus clientes?, ¿cuáles serán las fuentes de ingresos?
Si bien estructurar el modelo de negocios a muchas personas podría parecer innecesario, es vital para el buen funcionamiento y planificación de un emprendimiento exitoso.
Existe un método sencillo para crear modelos de negocio, el modelo Canvas, que pueden ayudarle a identificar el suyo. Aquí más detalles.

3. Hacer números
Una vez se tiene claro el qué se hará y cómo, se deben hacer cuentas para saber qué recursos se necesitan. Esto puede ser un freno para muchas personas, al darse cuenta que requieren más dinero del que probablemente dispongan en ese momento, pero en lugar de verse como una limitación, debe verse como tener claridad de lo que se requiere para el escenario ideal de su emprendimiento, y mientras tanto: arrancar con lo que se tenga disponible.
Al margen de la escala (tamaño) con que se inicie, hay cuatro cosas que no pueden obviarse:
- Calcular bien los costos y gastos. Significa tomar en cuenta todo lo que se requiere para que el emprendimiento funcione, independientemente si operará desde su casa o un local rentado, o si usted es la única persona que laborará en el negocio. Identificar todos los elementos le ayudará a calcular costos y gastos de operación reales, lo cual es clave para fijar precios adecuados.
- Fijar precios rentables. No se trata de tomar los precios de los competidores y listo, sino que con base en los costos reales del emprendimiento (elaboración o comercialización del producto o servicio), se debe fijar un margen de ganancia adecuado para sus expectativas y contrastarlo con los precios de mercado. Aquí es importante tener elementos diferenciadores para que su producto o servicio se destaque por eso que lo hace único, y no por precio.
- Registrar todos los números. A veces se pospone este paso, considerando que debe hacerse hasta que las ventas sean mayores, pero es algo que debe hacerse desde el inicio para poder analizar la evolución de los mismos y tomar decisiones con base en números y no por impulso.
- Separar dinero del negocio y el suyo. Si bien el emprendimiento es suyo, lo que de ahí se genere debería destinarse exclusivamente para su crecimiento, por ello es fundamental definir una paga para el emprendedor desde el inicio. Al no haber ventas constantes, podría fijarse un monto por cada producto o servicio, de modo que sea más sencillo incorporarlo en la estructura de costos. Cuando el flujo de ventas sea más estable, puede pasar a una paga fija.

4. Darle identidad al emprendimiento
Desde el nombre, una imagen que le represente (logotipo) y colores que vayan acorde a todo lo que se definió en el paso 2, es importante establecerlo desde el inicio. El hecho que los recursos sean limitados, no es excusa para saltarse este paso, al menos de forma básica, y una vez el emprendimiento crezca, hacerlo de modo profesional.
5. Elaborar un plan para dar a conocer el emprendimiento.
Muchos emprendedores dejan esta etapa como un plan de inversión posterior, sin embargo, esto es un error porque sería desaprovechar de los alcances que ofrece el mundo digital para el crecimiento de su negocio.
Una estrategia de mercadeo tradicional y digital no se improvisa, se debe hacer con base en dónde se encuentra su cliente ideal y responda: ¿qué vías va a utilizar?, ¿qué hará en el campo digital?, ¿cómo entran en juego los posibles aliados?
Bonus: Herramientas poderosas y gratuitas para su negocio
De inicio, aproveche las múltiples herramientas gratuitas para visibilizarse, tales como un perfil de negocios en Google para aparecer en Maps, redes sociales, WhatsApp Business y el paquete de Google como Drive, formularios y hojas de cálculo en la nube que le permitirán actualizar su inventario o ventas en tiempo real.
Billetera de Comercio CashPak: Esta herramienta, es totalmente gratis desde su afiliación, le permitirá llevar su negocio al mundo de los pagos digitales, con algo tan sencillo como escanear un QR. Además, podrá ofrecer mayores servicios sus clientes, como pagos de servicios básicos de hogar, recargas telefónicas, etc.

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El orden de los pasos sugeridos para emprender desde cero puede variar según el grado de madurez del emprendimiento y su tamaño, pero bajo ninguna circunstancia deben omitirse.
Gisella Canales Ewest
Experta en educación financiera